Blogia
PaUcoMuNic@: DisTiNtoS MeDioS dE CoMuNicaCióN

4ª ETAPA: LA ERA DE LA IMPRENTA

4ª ETAPA: LA ERA DE LA IMPRENTA

En Centroeuropa, a mediados del siglo XV, un orfebre alemán pidió prestado cierto dinero y empezó a imprimir libros. En su imprenta, Johannes Gutenberg combinó cuatro inventos importantes: los caracteres móviles, el papel, la tinta y la prensa. Por separado, ninguno constituían una idea nueva, pero la combinación de estas cuatro tecnologías tuvo grandes repercusiones. Antes de la aparición de la imprenta, la mayoría de los libros eran copiados a mano en los monasterios. A menudo se escribían en latín, por lo que sólo las personas instruidas podían leerlos y eran tan valiosos que algunas bibliotecas los encadenaban. La imprenta cambió todo esto: un impresor imprimía más páginas en una hora que un monje copiaba en una semana.

  • Orígenes

Durante el siglo XV, y debido al florecimiento del comercio y de las ciudades, se desarrolló una red de informadores, ya que los comerciantes y banqueros europeos necesitaban conocer la situación de los países con los que mantenían tratos comerciales para poder planificar sus negocios. Para ello pagaban a informadores que les ponían al tanto de los hechos más relevantes . Por otro lado, los habitantes de las cada vez más pobladas ciudades querían conocer más de cerca los acontecimientos que se producían fuera del área en la que se movían cotidianamente y compraban cada vez con más frecuencia las hojas informativas que se vendían por la calle. En la próspera ciudad de Venecia, por ejemplo, se vendían, con cierta periodicidad, notas informativas manuscritas al precio de una gazzetta, una moneda local de escaso valor; de ahí proceden las gacetas que empezaron a publicarse en el resto de Europa como denominación genérica de las publicaciones informativas de precio reducido y, más adelante, entraría a formar parte de los títulos de periódicos de cierta importancia. En España la primera gaceta oficial empezó a publicarse en el año 1661, y constituye el antecedente inmediato del actual Boletín Oficial del Estado (B. O. E.).
En Alemania, Holanda e Inglaterra se publicaron, en los siglos XVI y XVII, hojas de noticias de distintos tamaños y formatos, mientras que en Francia se comenzaron a publicar en el siglo XV los primeros periódicos literarios y las primeras revistas. En los primeros periódicos sólo había reportajes sobre acontecimientos extranjeros, pues los reyes y gobernantes prohibían difundir noticias nacionales. En 1609 ya se publicaba regularmente en la ciudad de Estrasburgo una hoja informativa impresa con informaciones procedentes de numerosas capitales europeas relevantes en ese momento por su actividad económica o política. Las hojas informativas tuvieron una gran aceptación por parte del público, y se convirtieron en un medio influyente y muy bien organizado de distribución de noticias. Por esta razón, los gobernantes decidieron prohibir su impresión y difusión a los particulares, y crearon publicaciones oficiales que expresaban el punto de vista del poder y suprimían cualquier tipo de crítica o disidencia escritas.

  • Siglo XVIII

Posteriormente, en algunos países se comenzó a levantar el monopolio del Estado sobre los medios de comunicación escrita, y se permitió a particulares la edición de boletines. En este clima nacerían el primer periódico diario, el Daily Courant inglés (1702), el francés Le Journal de Paris (1777), el estadounidense Pennsylvania Evening Post and Daily Advertiser (1783) y el inglés The Times (1785), que aún continúa editándose. En España aparecerían importantes diarios que faltarían en muchas ocasiones a su periodicidad cotidiana. Entre los más interesantes de los diarios españoles se encuentran El Diario Noticioso (1758), de Madrid, El Pensador (1762) y Diario de Barcelona (1792), actual decano de la prensa española. Más adelante, los distintos gobiernos fueron suprimiendo la prohibición de publicar noticias locales en los periódicos, con lo cual se estimuló aún más el crecimiento del medio.
Desde comienzos del siglo XVIII, los políticos habían empezado ya a adquirir conciencia del enorme potencial del medio informativo impreso a la hora de moldear la opinión pública. Por consiguiente, el periodismo de la época era predominantemente político, y cada bando poseía, o intentaba poseer, un periódico. Los artículos de carácter político no llevaban firma, en parte para preservar la libertad de opinión y en parte para evitar que el periodismo se convirtiera en un negocio o una profesión. Paralelamente a esta evolución, se comenzó la lucha por la libertad de prensa y la libertad de expresión, lucha que iba unida al intento de “ilustrar”, educar, al público difundiendo los avances científicos o atacando la superstición religiosa y la ignorancia del pueblo.
Algunas publicaciones abandonaron la tradición de los artículos políticamente comprometidos sin firmar y, paralelamente, empezó a tomar forma la figura del periodista como personaje dedicado a la investigación de los aspectos oscuros de la realidad. Así, escritores españoles como el poeta José Quintana o el pensador y poeta José María Blanco White quienes editaron juntos en Madrid y Sevilla El semanario patriótico, en 1808 y 1809. Más tarde, Blanco White, exiliado en Londres desde 1810, publicó El Español, revista que influyó poderosamente en el desarrollo del liberalismo, tanto en España como en Hispanoamérica.

 

1 comentario

David Alejandro -

muy buen articulo me sirvio mucho para una tarea de informatica